Socialismo del Siglo XXI
PLAGA SIN FITOSANITARIO
Eloy Álvarez es un arrocero español
que llegó a Venezuela en la década del 40, atraído por las posibilidades de las
húmedas y calientes planicies centrales. Él y su mujer durante 60 años trabajaron 500 acres de esas
tierras (202 Ha con 35 áreas), con una producción de 7000 kilos de promedio en
el año 2000, lo que les permitió formar a sus tres hijas en colegios privados.
Pero su fortuna cambió, cuando,
sobre Venezuela, cayó “la plaga del socialismo”. Así la calificó el Papa León XIII (i).
El socialismo nacional bolivariano,
intervino la comercialización, distribuyó planes sociales, restringió la
importación y controló la exportación, aumentó los impuestos y disparó la
inflación…
En 2010, las sucesivas estatizaciones alcanzaron a las
mayores compañías importadoras de insumos agrícolas. Ese año la cosecha cayó
vertiginosamente, por demoras en la distribución de fertilizantes. Además, en
Venezuela no es posible adquirir maquinaria nueva, ni reparar la vieja por
falta de repuestos.
Entristecida, en Mayo falleció su
esposa.
A pesar de todas las
contrariedades, muchos chacareros como él, se ven obligados a trabajar - sin
posibilidades – bajo el riesgo de que sus campos sean “nacionalizados” por el
gobierno.
* * *
Mientras tanto, Steve Orlicek,
arrocero en Stuttgart, Arkansas, USA, está viviendo el “sueño americano”: una
empresa próspera que le permitió arreglar su casa, alcanzar tecnología de punta
y renovar tractores de u$s 230.000, con GPS de u$s 15.000 e irse de vacaciones
con su esposa a las Bahamas.
¿Cómo pudo invertir u$s 400 por
acre en tecnología láser y riego artificial para lograr, con menor cantidad de
agua, un 20 % de incremento en el rinde de la cosecha? ¿A qué se debió éste
crecimiento?
Mr. Orlicek es uno de los
beneficiados por la “soberanía
alimentaria” del presidente Chávez. En efecto, de neto exportador de arroz,
el socialismo del siglo XXI
consiguió hacer de Venezuela un importador… ¡de los USA! …y en la primera mitad de este año tuvo que
importar 62% más que el año pasado.
* * *
El ex Mayor golpista Hugo Chávez,
manipulando la democracia (como el ex Cabo Adolph Hitler lo hiciera en
Alemania), implantó el nacional-socialismo y durante sus catorce años en el
poder, como parte de su intento “de ayudar a los pobres”, legisló una
creciente intervención del Estado sobre la libertad de asociación y comercio,
centralizó los medios de comunicación, nacionalizó empresas y fincas agrícolas
que re-adjudicó y controló la producción y comercialización de alimentos.
Es paradójico que sus virulentas
críticas al “imperialismo capitalista”
acabaron convirtiéndose en fuente de ganancia para los USA.
No se trata solamente del
arroz. Venezuela era en gran parte autosuficiente en carne y café que ahora
importa. Cayó la producción de acero, azúcar y tantos bienes que escasean.
Además del Mr.Orlicek
aprovecharon las empresas estadounidenses de aluminio Alcoa inc., la minera
anglo-suiza Glencore Xstrata PLC, la Odebrecht S. A. … hasta los 50 millones de
rollos de papel higiénico que escaseaba en Venezuela fueron adquiridos a la
Kimberly-Clark KMB. Ya decía el abuelo: “el diablo nunca da lo que promete”.
Veamos el caso venezolano y despertemos: no
es un problema de economía, ni de necesidad de “caja” para comprar votos, ni de
discutir porcentajes. Se trata del viejo fanatismo ideológico, por tanto debe
ser resuelto ideológicamente.
13/9/2013
Por La Paz Del Campo
Juan Carlos Voiseau y Jardón
Secretario
(sobre
un articulo de Sara Schaefer Muñoz de 19/8/2013 en el Wall Street Journal http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323681904578640291651501034.html)
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